Cascadas

Lloras gritas y suplicas,
el dolor se queda,
las cascadas permanecen,
no puedo hacer nada.
Tu mano tiembla,
la tomo y te digo que estoy contigo,
aparece algo parecido a una sonrisa,
pero las cascadas permanecen en ambos rostros.
Me controlo e intento ser fuerte,
más tu rostro distorcionado por el llanto,
evita que paren las cascadas de mi rostro.
El dolor cesa,
más tu rostro de dolor se ha quedado grabado;
desde ese día,
ese rostro es mi peor pesadilla.
-Gabriela M.